Llegar a un acuerdo que permita aumentar el montos de las pensiones que reciben cada mes los actuales y también los futuros jubilados. Eso es lo que pedimos reiteradamente durante años y esta semana, por fin, se logró un compromiso por parte de todos los sectores, en el Senado, para que esta reforma sea aprobado a mas tardar en enero próximo.
Después de la tramitación del proyecto del Ejecutivo en la Cámara de Diputados y su aprobación en general, gracias a los votos de Demócratas, era evidente que el texto requería ajustes sustanciales y fue una buena decisión encargar a una Comisión Técnica, con expertos y profesionales de distintas sensibilidades, la tarea de analizar y proponer mejoras al proyecto.
Entre los elementos más relevantes de este acuerdo está el aumento del ahorro en 6%, con mecanismos que incentiven la cotización y disminuyan la informalidad. Este es fundamental, ya que un sistema de pensiones robusto y sostenible depende de la capacidad de generar ahorros suficientes durante la vida laboral de los trabajadores.
También el acuerdo propone aumentar la competencia y mejorar la rentabilidad de los fondos, sin afectar negativamente los ahorros. Un aspecto clave es la equidad de género que tantas veces pedimos, ahora a partir de la creación de un mecanismo que permita a hombres y mujeres obtener las mismas pensiones en igualdad de condiciones de jubilación. Este avance es crucial para corregir una de las injusticias más persistentes del sistema actual, donde las mujeres, a pesar de haber cotizado durante años, tienen pensiones menores que los hombres. Junto con ello, la creación de un fondo para sostener el pago del seguro social transitorio, que beneficiará a quienes tienen bajas tasas de reemplazo, es una medida que muestra un compromiso con la justicia social y la solidaridad intergeneracional.
El esperado acuerdo alcanzado en el Senado es un paso adelante hacia la construcción de un sistema de pensiones más justo, sostenible y equitativo. Y es un ejemplo de cómo el diálogo y la búsqueda de consensos pueden llevar a soluciones que beneficien a todos. Ahora, el desafío es seguir avanzando, cumpliendo los acuerdos, porque lo único importante es aumentar las pensiones de quienes ya jubilaron y de quienes quieren en el futuro vivir dignamente su vida después de años de duro esfuerzo.