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Concurrimos a votar este fin de semana para elegir a nuestros gobiernos regionales y comunales, lo que posee una importancia en si misma, no cabe duda, pero también lo hacemos en la convicción de que estamos votando más que eso: concurrimos a las urnas conscientes que comenzamos a dibujar el futuro próximo de Chile.
En efecto, tras años de violencia, inseguridad, ausencia de crecimiento y escándalos de todo tipo – incluyendo la desconcertante denuncia por violación del subsecretario a cargo del orden y la seguridad del país -, tenemos este fin de semana la oportunidad de rectificar el rumbo, de dejar atrás la justificación y romantización de la violencia que protagonizaron quienes prometieron venir a cambiarlo todo desde una supuesta superioridad moral.
Como Partido Demócratas, lo hacemos parados sobre nuestros propios pies, luego de haber liderado el rechazo a una propuesta constitucional con olor a Grupo de Puebla que quiso desconocer los mejores períodos de nuestra historia patria; levantando nuevos liderazgos en la Región de Coquimbo, que tienen como único norte que la Región de las Estrellas vuelva a brillar, a crecer, y donde podamos caminar tranquilos por sus hermosas calles.
Ya lo decía el Presidente Eduardo Frei Montalva: tenemos fe en Chile y su destino. Ya no basta con lamentarnos, recordando un reciente pasado de prosperidad y surgimiento de nuevos grupos medios que accedieron por vez primera a una vivienda y a la educación superior. Llego la hora que, con tu voto, escribamos nuevas páginas de nuestra historia, recuperando nuestra capacidad de acuerdos, para lograr una buena reforma de pensiones y disminuir las listas de espera en los hospitales, lejos de un estatismo fracasado. Llego la hora de volver a poner a Chile en el Centro.