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Una excelente instancia de análisis respecto a infraestructura es lo que nos ofreció el seminario organizado por la asociación de concesionarias de Chile y la Universidad Católica del Norte, ocasión en que junto a la Ministra Obras Públicas, Jessica López, reflexionamos respecto al aporte del sistema de concesiones en el desarrollo de la región. La implementación de este modelo coincidió no sólo con buenos gobiernos como los de Patricio Aylwin , Eduardo Frei y Ricardo Lagos, sino también con ejemplares gobiernos regionales liderado por intendentes de la talla de Felipe del Río y don Renan Fuentealba.

En el escenario de hoy, las concesiones siguen siendo un modelo vigente para enfrentar los desafíos que impone el dar respuesta a compromisos con los habitantes de nuestra región. Un claro ejemplo es que gracias al sistema de concesiones, tan vilipendiado en su momento por razones ideológicas, se han podido concretar los proyectos de nuevos hospitales para Coquimbo y La Serena, que complementarán sus especialidades y que nos permitirá contar con un centro oncológico para tratar de cáncer a pacientes de la región de Coquimbo y Atacama.

Será a través del sistema de concesiones que se dará respuesta a la escasez hídrica y esperamos que efectivamente el segundo semestre de este año se licite la gran planta desaladora para Coquimbo y La Serena, de al menos 1.200 litros por segundo si de verdad queremos que sea multipropósito, y pueda servir para el consumo humano, la agricultura y otras actividades productivas. Lo mismo debiera ocurrir en la provincia de Limari y no limitarnos a plantas desaladoras de emergencia, lo que se puede complementar con nuevos embalses también bajo el sistema de concesiones.

En conectividad también hay un desafío para concesiones, por ejemplo en ampliar el sistema de pago automático de peaje a nuestra región. Y lo más importante, definir de una vez el proyecto de carretera urbana entre La Serena y Coquimbo, porque no puede pasar que cada gobierno llegue con una propuesta distinta cada cuatro años y se siga manteniendo el nivel de congestión.

Y en seguridad, el modelo de concesiones debe permitir que recintos penales como Huachalalume puedan crecer y tener todas las condiciones para segregar a delincuentes de alta peligrosidad, y que no se sigan cometiendo delitos desde las cárceles.

El sistema de concesiones funciona y debemos aprovecharlo para desarrollar todas las inversiones necesarias en la región de Coquimbo.