Una muy buena noticia resultó ser la firma del contrato de adquisición y transferencia a la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas de los estudios de Aguas del Valle, para avanzar en la concreción de la esperada planta desaladora en la provincia de Elqui. Este importante hito ocurre semanas después que sesionara en la región la Comisión de Agricultura del Senado; y así como el año pasado el que la Comisión de Obras Públicas del Senado sesione en la región permitió destrabar el proyecto del Nuevo Hospital de La Serena, ahora vemos avances en el compromiso de las plantas desaladoras.
No porque este año haya llovido un poco mas hemos perdido el sentido de urgencia respecto a las crisis hídrica. Debemos recordar que hasta hace poco tiempo fuimos declarados como zona de riesgo sanitario por la falta de agua y los embalses estaban en mínimos históricos. En este escenario es que hemos insistido en la necesidad de ir más rápido, porque el proyecto de desaladora multipropósito en Elqui, de acuerdo al cronograma, debiera ser adjudicado en 2025 y comenzaría a operar en 2029. Bien nos vendría adelantar aunque sea unos meses estos plazos, y de paso aumentar la capacidad para que pueda entregar la cantidad de agua que se requiere para, efectivamente, servir al consumo humano y las actividades productivas.
También esperamos que se pueda avanzar con mas celeridad en una planta desaladora multipropósito para la provincia de Limarí, aprovechando que también están concluidos y disponibles los estudios. El epicentro de la agricultura regional es el Limari, con su importancia en creación de puestos de trabajo. Se trata de una cuenca que necesita hoy día obras de estructurales de infraestructura hídrica; y por ello hemos insistido no solamente en tener una desaladora de emergencia para los sistemas de agua potable rural, sino también una gran planta multipropósito que considere subsidio al agua para el consumo humano, también para los sistemas de agua potable rural y los pequeños agricultores. Pero también un modelo en que la mediana y la gran agricultura pueda hacer el esfuerzo de pagar, con el objeto de aprovechar las especiales condiciones que tiene el suelo de la provincia de Limari para la producción de alimentos.